Argentina: Senado rechazó la legalización del aborto

Luego de un intenso debate de casi 16 horas, el Senado argentino rechazó la legalización del aborto, todo esto en medio de multitudinarias vigilias a favor y en contra en distintos puntos del país.

El histórico debate de la legalización del aborto en el Senado argentino fue realizado este miércoles y se prolongó por casi 16 horas. Pese a ello, ya en las primeras horas del jueves por la madrugada, el Senado rechazó su aprobación por 38 votos contra 31, por lo que la iniciativa legislativa no podrá ser tratada nuevamente en este año parlamentario.

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Como se recuerda, el proyecto proponía la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación, y debería atenderse en todas las instituciones públicas y privadas de salud, dentro del Programa Médico Obligatorio (PMO), como una prestación básica de salud.

Los impulsores del proyecto dieron cuenta que en Argentina se producen entre 47 mil y 52 mil hospitalizaciones al año a consecuencia de abortos clandestinos mal realizados, y decenas de mujeres mueren por esa causa.

Por su parte, los senadores antiabortistas hicieron frente a este proyecto con la consigna “salvemos las dos vidas” y el llamado a proteger “la vida desde la concepción”, contando con el aporte de las provincias del norte y la influencia de la Iglesia Católica.

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Una vez finalizado el debate, el Gobierno evalúa impulsar la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en el proyecto de reforma del Código Penal, el cual será enviado este mes al Congreso. Con esta medida, se plantea que la mujer que se realice un aborto no vaya a prisión, aunque la asistencia médica garantizada por parte del Estado quedaría limitada a los casos de violación y riesgo de vida de la mujer.

Actualmente la comisión de expertos deja en manos del juez la posibilidad de despenalizar a la mujer -para la que se prevén de 1 a 3 años de prisión por abortar-, pero el Ministerio de Justicia buscaría que directamente quede sin sanción en la redacción. Así, el aborto seguiría configurado como un delito, aunque no habría pena para la mujer.