Descarga en PDF el libro «El Deber de Independencia e Imparcialidad. Su relación con la debida motivación y el factor tiempo en la actividad jurisdiccional» escrito por David Percy Quispe Salsavilca y publicado por el Fondo Editorial de la Academia de la Magistratura.
El presente trabajo es comprensión de la labor como juez en su aspecto más original y universal. Este libro, basado en la tesis del autor para optar el grado de doctor en derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú, tiene en su génesis un componente autobiográfico muy marcado que se enraíza en el contexto de la magistratura peruana de la Corte Superior de Justicia de Lima.
En el desarrollo del presente libro se integra una metodología deductiva e inductiva a la que se suman los métodos exegético, dogmático histórico y sociológico del derecho, recreados en plurales círculos hermenéuticos que recogen ocho casos reales vinculados en mayor o menor medida a nuestra experiencia judicial.
A continuación compartimos un fragmento de la introducción de este libro y posteriormente dejamos el enlace de descarga. Si te gustó comparte en tus redes sociales.
Introducción
El presente trabajo es de auto comprensión de nuestra labor como juez en su aspecto más original y universal. Este libro, basado en nuestra tesis para optar el grado de doctor en derecho en la Pontiicia Universidad Católica del Perú, tiene en su génesis un componente autobiográico muy marcado que se enraíza en el contexto de la magistratura peruana de la Corte Superior de Justicia de Lima a la cual ingresamos en abril del año 2003 en circunstancias de desconianza de la sociedad civil a sus autoridades en general y se prolonga desplegando su tronco y ramiicaciones hasta el día de hoy. Dos meses después de nuestra iniciación, en Junio del año 2003 expediríamos colegiadamente el auto concentrado del proceso contencioso administrativo que abrevió el proceso Contencioso Administrativo prescindiendo de algunas etapas que estaban previstas legalmente en el ordenamiento de aquel entonces. Al cabo de dos años se daría una modiicación legislativa, alcanzando rango legal nuestro actuar jurisprudencial, lo que signiicó ciertamente junto con algunos artículos publicados un reconocimiento de la sociedad civil. Paralelamente como Juez superior de la especialidad contencioso administrativa presenciaríamos como testigo privilegiado el impacto de la Sentencia del Tribunal Constitucional 1417-2005- AA Caso Anicama que instaurara en el Perú el carácter residual del amparo en materia previsional, trasladando miles de expedientes en materia previsional de la jurisdicción constitucional a la jurisdicción contenciosa administrativa, produciendo con ello una sobrecarga en la subespecialidad simultánea a una exigencia de productividad creciente en el Poder Judicial en general manifestada en diversas Resoluciones del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.
El año 2007 cuatro años después de emitido el “auto concentrado”, dos juezas suplentes una que actuara como relatora y otra como secretaría de la sala que expidiera el auto concentrado fueron “abstenidas” es decir separadas provisionalmente en sus respectivos procedimientos disciplinarios y una de ellas deinitivamente destituida. Estos hechos fácticos, acaecidos en breve tiempo y contrastados con el inicial beneplácito del activismo judicial en la especialidad contencioso administrativo, exigían ser comprendidos. ¿Qué era lo que hacía que en un caso la decisión que iba contra el texto de la ley haya tenido un reconocimiento favorable en la sociedad civil, mientras que en el otro determinara en el procedimiento disciplinario respectivo una medida provisional de abstención, incluso la sanción deinitiva de destitución?
Responder esta pregunta y dar testimonio de lo vivido que involucraba la exigencia de productividad creciente en el Poder Judicial, sobrepasaba el límite de la doctrina jurídica que abordara el tema de la independencia e imparcialidad. Quizás porque la doctrina ignorara el impacto del factor tiempo en la subjetividad del juez o porque dentro de sus premisas implícitas no se postulara un humanismo concreto, nuestras inquietudes que giraban alrededor de la pregunta y del testimonio se ubicaba en un lenguaje prejurídico y de inmediato pero espontáneamente comprendimos que la búsqueda de la respuesta exigía una actitud existencial con formación interdisciplinaria muy vinculada a lo comprensión originaria de las cosas y para ello ineludiblemente teníamos que abocarnos autodidáctica y espontáneamente a familiarizarnos con textos ilosóicos como los de Heidegger, Witggenstien y los post Auschwitz como los levinasianos, Arendtianos o los de la hermenéutica gadameriana, y deconstructivista derridiana, o foucaultianos, así como habermasianos, y de Appel, sin trazar un plan consciente. Leyendo, escuchando, pensando, escribiendo, dialogando y reescribiendo en medio de la vorágine del huracán del angelus novus benjaminiano. Mientras todo ello acaecía, en el interior de nuestra subjetividad se establecía por así decirlo un equilibrio entre la axiología del Estado Constitucional, comprendido desde textos como los de Zagrebelsky, Peter Haberle, Robert Alexy, con la hermenéutica moderna y la de los textos sagrados especialmente la Biblia, releídos desde nuestra formación familiar, donde aprehendimos las palabras del Maestro asumidas ahora con la rigurosidad de las ciencias seculares del espíritu, de leer los signos de los tiempos para interpretar nuestro momento histórico, o comprender el alcance de aquellas poderosas frases para el Estado Constitucional como que “no es el hombre para el sábado sino el sábado para el hombre” o “seremos juzgados en el amor , “Dios es amor” o “Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios” , o “el que esté libre de toda culpa que tire la primera piedra”…
Descarga aquí en PDF el libro «El Deber de Independencia e Imparcialidad»