Compartimos con nuestros lectores el libro «Tres claves de la justicia en el Perú», que recoge tres trabajos que analizan los elementos fundamentales para examinar y explicar el funcionamiento del sistema de justicia en el Perú.
El objetivo es estudiar el fenómeno jurídico más allá de su esqueleto normativo, para preguntarse por los efectos sociales que realmente ocasiona, en base a las siguientes interrogantes: ¿por qué es así?, ¿a quién sirve, en verdad?, y ¿Cómo es posible que no sea transformado?.
Los tres estudios se dividen en: los jueces (Jueces, justicia y poder en el Perú, CEDYS, 1982), las facultades de derecho (La enseñanza del derecho en el Perú, Ministerio de Justicia, 2004) y los abogados litigantes (Los abogados en la administración de justicia, Justicia Viva, 2005), los cuales contribuyen al nivel de conocimiento disponible en el país acerca de aquello que es efectivamente el derecho en esta sociedad y qué significan sus términos de funcionamiento para ella.
Presentación
Este volumen contiene tres trabajos que, aunque se hallaron distanciados en el tiempo de su producción, tienen en común el estar referidos al mundo del derecho en el Perú. Los tres comparten, además, el haber visto agotarse sus primeras ediciones.
Jueces, justicia y poder en el Perú fue publicado por el Centro de Estudios de Derecho y Sociedad en 1982 y, pese a que tuvo solo una edición formal, ha circulado extensamente, reproducido en variadas formas. Fue el primer libro dedicado a estudiar la administración de justicia peruana e interesó tanto a quienes quisieron estudiar el asunto como a los propios actores del sistema. Su éxito parece quedar demostrado por las numerosas versiones fotocopiadas de él que circularon una vez agotada la edición.
La versión que aquí se presenta reproduce el texto primigenio, corrigiendo redacción y erratas, y adiciona un capítulo en el que se reconsidera algunas de las tesis centrales del libro… 28 años después. No se intenta con ello una puesta al día del contenido —tarea que resultaría imposible— sino tan solo traer a discusión algunos hechos ocurridos en torno a la administración de justicia durante ese periodo, que resultan relevantes desde el ángulo escogido originalmente en el libro para analizar el tema.
Los otros dos trabajos, que este volumen recoge, fueron producidos más recientemente y tienen una fuerte carga empírica. El primero fue encargado en 2004 por Baldo Kresalja, entonces ministro de Justicia, con quien compartí en la década de los años setenta la docencia en derecho y las preocupaciones por la calidad de la enseñanza, sus contenidos y sus métodos. El producto del trabajo circuló casi clandestinamente en la versión que imprimió el Ministerio de Justicia; su difusión fue posible, hasta ahora, gracias a que el Consorcio Justicia Viva lo acogió en su portal de internet. Pero, en cualquier caso, los datos contenidos en él, que sustentaron la tesis acerca de una formación profesional deplorable en el
país, contribuyeron a una polémica encendida entre aquellos que han hecho de la enseñanza un negocio lucrativo donde la calidad no importa y quienes aún, con un ojo puesto en el sistema de justicia, creemos que es necesario formar seriamente a los abogados.
El trabajo que cierra el volumen continúa, en cierto modo, el anterior para indagar acerca del papel desempeñado por los abogados en la administración de justicia. Aunque el trabajo de campo se hizo solo en Lima, es probable que los hallazgos y las tesis centrales puedan ser proyectados al resto del país. A diferencia de los otros dos trabajos, este patrocinado y publicado por Justicia Viva— no provocó polémicas abiertas; la edición se agotó casi silenciosamente.
Al reunir los tres trabajos en un volumen, pretendo algo más que ponerlos al alcance de quienes los han visto citados y no pudieron leerlos. Ambiciono también contribuir así a la difusión de una perspectiva de análisis del derecho que, introducida en el Perú hace cuatro décadas, ha languidecido en cursos aislados y trabajos esporádicos. Convencido de la necesidad de estudiar el fenómeno jurídico más allá de su esqueleto normativo, para preguntarse por los efectos sociales que realmente ocasiona, espero que esta publicación aliente nuevos trabajos que superen el nivel de conocimiento disponible en el país acerca de aquello que es efectivamente el derecho en esta sociedad y qué significan sus términos de funcionamiento para ella.
En cuanto a palabras de reconocimiento sería de justicia mencionar a muchos colegas y colaboradores, que apoyaron decisivamente la realización de estos trabajos. Ante el temor de omitir involuntariamente a alguien, prefiero dejar una constancia genérica de mi agradecimiento sincero a todos ellos.