En los próximos meses, el ejecutivo presentará un proyecto de ley al Congreso, que busca prohibir el uso de bolsas, envases de tecnopor y cañitas, con el objetivo de reducir en 35% el uso de este material que tarda 400 años en biodegradarse.
A las propuestas congresales existentes hoy se suma la del Ministerio del Ambiente (Minam) que busca marcar la diferencia con un proyecto integral, que va más allá de las cañitas de los restaurantes y las bolsas negras de mercado.
«El ministerio cuenta con un proyecto listo que será socializado en el Congreso en las siguientes semanas», señaló el viceministro de Gestión Ambiental del Minam, Marcos Alegre Chang, a La República.
Según detalla, el documento preparado por el Ejecutivo es el resultado de un largo trabajo que incluyó reuniones con algunos fabricantes de plásticos, cadenas de supermercados y diferentes actores vinculados al tema.
El proyecto de Ley de Plásticos elaborado por el Minam cuenta con cuatro importantes pilares de acción que, en conjunto, tienen como meta reducir el uso de este material en un 35% durante los primeros 12 meses de la vigencia de la norma.
En primer lugar, figura la prohibición de bolsas pequeñas de un solo uso, como las que entregan las farmacias cuando se compra una pastilla. De acuerdo a este proyecto, se permitirá solo el uso de bolsas medianas siempre y cuando cumplan con ciertas especificaciones técnicas.
«Cuando sea indispensable utilizar una bolsa, o mientras se dé el periodo de transición, circularían solo las que tengan cierto grosor que les permita ser reusable, de mínimo 30 centímetros por lado y que tenga mensajes ambientalista que ayuden en la concientización de las personas», explica el viceministro.
Los envases de tecnopor también estarán regulados. Se buscará minimizar su uso para alimentos de consumo humano, fomentando el cambio de contenedor cuando sea posible. Esta medida se aplicara en establecimientos de consumo masivo que ofrezcan el servicio para llevar.
Como tercer punto figura la prohibición de la entrega gratuita de las bolsas plásticas (las con asa) y cañitas en supermercados. «La idea es que los establecimientos cobren un monto por ellos», añade.
Y por último, se contempla que las empresas que se dediquen a la fabricación de botellas plásticas en el Perú cumplan con utilizar un porcentaje mínimo de material reciclado (alrededor de 20%) en la elaboración de nuevas botellas. Esto con la finalidad de fomentar el reciclaje.
De antemano se sabe que de aprobarse esta ley contará con un periodo de transición (aún por definir) donde se considerarán ciertas excepciones. Por ejemplo, para la compra de productos a granel, como el arroz o azúcar; las bolsas herméticas con cierre y los vasos de tecnopor con sopas precocidas, entre otros.
Pero, mientras que aún se trabaja la regulación legislativa, diversas instituciones ya se han sumado al llamado de conciencia sobre el uso de los plásticos, incluso algunas empresas nacionales ya emplean políticas que fomentan la disminución de estos.