Los precios de las bebidas alcohólicas, cigarrillos, bebidas azucaradas y la gasolina subirán debido a un alza en el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) que ha impuesto el Gobierno y que fue confirmada por diferentes decretos supremos publicados este jueves.
Esta medida cuenta con el aval del titular de Economía, David Tuesta y del presidente de la República, Martín Vizcarra. A continuación te presentamos las claves para entender el alza y los porcentajes que se aplicarán.
Estas subirán de precio según el grado alcohólico con el que cuente la bebida. El esquema es el siguiente:
Esto significa que, por ejemplo, la variación del precio al alza sí aplicaría para las cervezas tradicionales y comerciales, debido a que estas tienen 4.8° de alcohol por botella de 620 ml. La industria que más alza representaría sería el pisco, debido a que esta se ubica en el último grupo, el que mayor alza de costo presenta.
Según los decretos emitidos por el gobierno, en cuanto al tabaco negro y rubio, el impuesto se incrementará en S/ 0.27 por cigarrillo. Esto representará, por ejemplo, en una cajetilla de 10, un incremento de S/ 2.70 adicional a lo que se paga por presentación.
Para este tipo de bebidas que incluyen a las gaseosas, jugos y las aguas (gasificadas y naturales) que tengan azúcares, edulcorantes o sean saborizadas (no las aguas puras), el ISC aumentará de 17% a 25%.
Este porcentaje se aplicará a aquellas que tengan 6 gramos de azúcar por cada 100 mililitros. Además están incluidas las cervezas que no tengan alcohol con el mismo porcentaje de azúcares que en el caso anterior. La medida no se aplica para las que «cuenten con registro sanitario o autorización de productos farmacéuticos expedidos por Digemid», según la resolución.
La gasolina también presentará un alza en tres variantes: la de 84, 90 y 95 octanos. El Diesel 2 y 5 también están incluidos en el alza del ISC.
Los aumentos para gasolinas oscilan entre S/ 1,27 y 1,13 y para el Diésel están entre S/ 0.92 y el 1,70. Esto significa un alza de entre el 15% y el 38%. Para el Diesel va de 10% a 20%.
Las razones del Gobierno para presentar este aumento tienen que ver con la salud pública y evitar los casos de obesidad y las enfermedades que devienen de estas y que generan gastos ingentes a los ciudadanos como al Estado. En cuanto a los combustibles, la intención tiene que ver con disminuir el impacto ambiental que su uso tiene.