Con la llegada de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial todo está cambiando y la profesión de Derecho no es la excepción. Conoce cuáles son las posibles profesiones del futuro para los Abogados.
El derecho será una de las profesiones más afectadas por la generalización de la inteligencia artificial, en un futuro no muy lejano muchas de las acciones realizadas por los abogados serán realizadas por robots y por sistemas inteligentes.
Al día de hoy muchos abogados ya han asumido que los robots llegaron para quedarse. En algunos países al rededor del mundo ya es más común oír de sistemas de inteligencia artificial que resuelven casos casi sin la participación humana. Lo cual es muy bueno siempre en cuando puedas adaptarte al cambio.
Esta realidad hace que muchos planteen la posibilidad de que la función del abogado junior, aquel que se incorporaba nada más terminar la carrera para realizar las tareas más rutinarias, como preparar documentos o buscar jurisprudencia (a cambio todo ello de “aprender”), terminen desapareciendo, porque un robot lo hará más rápido, más barato y mejor.
Lo cierto es que muchas profesiones del mundo jurídico desaparecerán, otras se terminarán adaptando y, también, surgirán nuevos perfiles profesionales en este campo.
Descubre con nosotros cuales serán las profesiones del futuro en el campo jurídico y quien sabe puedes ya ir pensando en alguna que te guste. La tecnología avanza demasiado rápido!
Serán los encargados, a través de su conocimiento en ingeniería y legal, de organizar la gran cantidad de complejos materiales y procedimientos, desarrollando estándares legales, muchos de ellos digitales.
Como quiera que la Administración de Justicia se volverá altamente dependiente de la tecnología digital e Internet, serán necesarios los técnicos de tecnología legal para asegurar que los procesos se cumplan y todo funcione. Expertos que puedan trazar un puente entre tecnología y servicios legales.
Los abogados tendrán que aumentar sus capacidades y convertirse en profesionales multidisciplinares. Tendrán que saber código, programar, conocer la bolsa y cómo operan los mercados, como funcionan los robots y la inteligencia artificial, etc., para ello se volverán híbridos en función del área del derecho que conozcan y el área en el que la apliquen.
Para llevar esto a cabo con garantías es fundamental que tengan una formación adecuada, flexible y continuada.
Este tipo de profesionales trabajarán habitualmente como abogados de empresa, ya que conocer de primera mano y con un cierto nivel de expertise la empresa y los negocios en los que opera es la única manera de prestar un servicio excelente como analista de procesos legales.
Serán los encargados de identificar las mejores prácticas e implementarlas en los departamentos legales de las empresas.
Los trabajos futuros de los abogados, tanto de empresa como externos, se llevarán a cabo como proyectos individuales o parte de otros proyectos más amplios en los que los aspectos jurídicos son una parte del todo.
Los líderes de proyecto legal (“project managers”) serán los encargados de, dado un presupuesto cerrado y conocido, distribuir los recursos y esfuerzos legales para lograr el objetivo de la manera más eficiente y conforme al presupuesto.
Como en otras muchas profesiones, el científico de datos legales serán fundamental y piedra angular de todo el nuevo sistema. Este profesional deberá descubrir e identificar correlaciones, tendencias, patrones, etc., tanto a nivel legal como respecto de áreas colaterales de la profesión.
Este perfil estará orientado a desarrollar nuevas capacidades, técnicas o habilidades para prestar servicios legales en las diferentes formas en las que esta profesión se va a transformar. Aunque puede existir una figura al margen, especializada en formación, el investigador y desarrollador legal también podrá realizar tareas de coaching y formación de los abogados en las mejores prácticas.
Con el nacimiento de las plataformas digitales de resolución de conflictos online, los tribunales verán drásticamente reducido su volumen de trabajo (o eso se espera). Por esta razón, surgirán un nuevo tipo de profesionales del derecho capaces de lograr negociaciones y mediaciones a través de Internet (e-negotiation y e-mediation) de una forma más especializada y profesional.
En este sentido la UE ya ha lanzado un sistema de resolución de conflictos online, del que todavía se espera que dé mejores resultados en el futuro.
Muchos departamentos legales se enfrentan a numerosos retos en cuanto a su organización, administración de personal y recursos, externalización, etc., y todo eso además de lidiar con el intenso trabajo del día a día.
Para poder lograr un diseño y gestión eficiente de los departamentos legales surgirá la figura del consultor de gestión legal, que se enfocará en analizar departamentos in-house y despachos de abogados para posteriormente plantear una estrategia y un sistema de gestión lo más eficiente posible.
El Derecho del futuro (y del presente) pasa por la gestión de riesgos. Las empresas necesitan gestionar sus riesgos legales de manera que tengan “controlada” la probabilidad de ocurrencia de un riesgo legal y el impacto que ello tendría en la macha de la organización.
A partir de los programas de compliance legal, que cada vez están más implantados, se podrá en marcha una figura que se sea la responsable de la gestión de los riesgos legales de las empresas. Ésta podrá ser el mismo Chief Compliance Officer u otra (Manager de Riesgos Legales).
Fuente: diarioperspectiva.com