Preparamos una lista con son los errores del abogado litigante más habituales en los que se puede incurrir, referidos al momento en el que abogado y cliente se encuentran en el interior de la sala celebrando un acto judicial.
En estos casos, los errores suponen una falta de atención al cliente, y por tanto, una percepción negativa de la calidad de nuestros servicios.
Con esta lista tratamos de transmitir la importancia que para el abogado litigante tiene el hecho de saber que el cliente, en el contexto del litigio, mantiene toda su atención en el desempeño de nuestro trabajo.
Es fundamental que el cliente conozca cómo se va a desarrollar el acto judicial (quienes intervienen, quien lo dirige, el orden de las intervenciones y muy especialmente la suya, etc…), ya que de esta forma se sentirá mas relajado y seguro, y así comprenderá las posibles incidencias que se vayan produciendo.
Grave error es el no preparar debidamente a nuestro cliente para el interrogatorio de parte, ya que debemos cerciorarnos de que éste sea solvente en el desarrollo de dicha prueba, especialmente cuando interroga la parte contraria.
Esto ocurre a menudo, y si el cliente lo percibe, causa una pobre impresión, más aún cuando sea el Juez el que nos haga cambiar de ubicación. Tener dominio del entorno, no sólo transmite seguridad al abogado si no también el cliente quien percibe estas acciones como buenas y afianzan su seguridad.
Error de principiante, que he tenido ocasión de presenciar un par de veces. Es desastroso perder la posibilidad de interrogar a un testigo por no advertirle que debe quedarse fuera a la espera de que lo avisen , no solo por la mala impresión que creará en nuestro cliente, sino que con tal error se pone seriamente en riesgo el éxito de nuestra defensa, lo cual el cliente no olvidará.
Esta situación, muy habitual, se evitaría con aleccionar al cliente antes de entrar en sala. Que un cliente (o peor, ¡un testigo!) nos inquiera con la mirada bien para buscar nuestra aprobación sobre una respuesta o nuestra opinión sobre alguna incidencia, no sólo llama negativamente la atención del Juez, sino que puede motivar una advertencia de éste al letrado.
A veces, por cuestiones formales (denegación de preguntas por impertinentes o por la forma de llevar a cabo el interrogatorio) se entabla una discusión, que siendo completamente legítima, adquiere un tono en el que está claro que la situación va empeorando. En estos casos, no cabe otra opción que utilizar los remedios procesales para salvaguardar los derechos del cliente, pero siendo siempre prudentes y evitando entrar en discusiones con el Juez que no llevan a nada, salvo a alarmar a nuestro cliente.
El cliente, por su carácter o porque cree que así demuestra lo injusto de la situación ante el Juez, realiza aspavientos y comentarios mientras declara alguna parte o los testigos. Todos sabemos que dicha conducta no lleva a nada, y que el Juez no la va a apreciar como algo positivo, mas bien todo lo contrario. Por ello, es conveniente advertir a nuestro cliente previamente de dicha situación.
Estos son algunos de los errores más comunes que puede cometer una abogado litigante en una sala y que pueden afectar negativamente nuestro desempeño y la percepción del cliente sobre nuestro trabajo.