La noticia llega desde los tribunales de Chile, más precisamente desde la región de Puerto Montt. A Glicciano Rocco Rocco (47 años), oriundo de la ciudad de Iquique, se le acusa por haber ejercido ilegalmente la profesión de abogado durante un año y tres meses, sin perjuicio de otras imputaciones (estafa, usurpación y uso de documento falso), y para quien el implacable fiscal Marcelo Maldonado, solicita que se le imponga ocho años de pena privativa de la libertad.
Hace pocos días el acusado, en el marco de la primera audiencia de juicio oral, dio a conocer sus habilidades abogadiles y sus conocimientos del Código Penal (sobre todo del delito de tráfico de drogas), frente a los magistrados Rosario Cárdenas, Andrés Villagra y Cristian Rojas. No era para menos, había librado de la prisión preventiva a trece personas a las que se les atribuía el delito de tráfico ilícito de drogas. Lo curioso es que llegó a alegar como abogado ante el mismo colegiado que ahora lo procesa por eso.
Según el requerimiento de acusación formulado por el fiscal Maldonado, son $44 millones los que habría defraudado aproximadamente, dejando alrededor de 20 víctimas, entre las que se encuentra el abogado suplantado Santiago Patricio Andrés Pacheco, especialista en temas financieros y quien brindará su testimonio en este proceso.
El acusado, luego de alterar sus datos, poniendo su foto en una cédula de identidad fraguada en la que aparecía el nombre del usurpado, se presentó a los tribunales y litigó frente a los jueces de garantía Patricio Rondini y Marcela Araya, quienes también declararán como testigos junto a otros funcionarios.
Sergio Coronado, abogado de las víctimas y, también, del usurpado Patricio Pacheco, solicitó la imposición de diez años de pena privativa de la libertad. “Engañó a todo el sistema penal judicial; pero, engañó a 12 familias que estaban en vulnerabilidad y utilizó el nombre de las víctimas”, adujo según el portal Soy Chile.
Al frente, el letrado Jorge Matzner, defensor de Rocco, afirmó que su representado logró revertir la medida cautelar de prisión preventiva de trece imputados ante un juzgado de garantías, “sin que ello haya sido logrado por los verdaderos abogados, con títulos”, como anota el referido portal. En esa línea de defensa reconoció el delito de ejercicio ilegal de la profesión pero negó la configuración del delito de estafa, tal como apunta Soy Chile:
No es el hecho de ser o no abogado; el estafador es el sujeto que trabaja para perjudicar a otra persona, ese es su único interés: ‘cómo le saco plata a este tipo, cómo lo timo y después me arranco’. En este caso no, porque era una persona que venía en forma permanente a los tribunales, trabajaba los casos, alegaba en la corte y permanentemente revisaba las medidas cautelares, y estaba cien por ciento preocupado de sus clientes, y allí la motivación no era estafar a los clientes, sino que los resultados eran su principal motivación.
A pesar de lo cual el fiscal Maldonado sigue en sus trece, insiste en que la estafa se produjo porque, independientemente del resultado, las personas contrataron sus servicios legales bajo el error de que se trataba de Patricio Pacheco, «abogado de verdad».