Karen White, quien estaba en detención preventiva por tres violaciones que había perpetrado como hombre, se declaró transgénero y fue enviada a una cárcel de mujeres donde aprovechó de su cercanía a las reclusas y las violentó sexualmente.
El sujeto había perpetrado tres violaciones y se encontraba en detención preventiva por dichos delitos. Previamente, había cumplido una pena de año y medio de cárcel por conducta obscena contra un menor.
Sin embargo, pese a no haberse sometido a un cambio de sexo y conservar sus genitales masculinos, Wood (convertido ya en Karen White) se declaró transgénero y solicitó su reclusión en una cárcel de mujeres, donde cumpliría el resto de su condena.
Su pedido sería aprobado por las autoridades respectivas. Pero, a los días de su encarcelamiento, aprovechando su cercanía a las reclusas, White abusó sexualmente de varias de ellas.
En el pasado mes de julio, Karen White fue llevada al tribunal en la ciudad de Leeds por los abusos. En su declaración ante los magistrados, White señaló que no había abusado de las reclusas porque no le atraían las mujeres y, además, sufría de disfunción eréctil.
A raíz de este caso, se ha cuestionado la inserción en cárceles de mujeres, de mujeres transgénero que han sido condenadas por abusos sexuales cuando eran hombres. Precisamente el Ministerio de Justicia del Reino Unido se ha disculpado por no tomar en cuenta el historial de ofensas de White y dijo estar revisando sus procesos de evaluación.